Petroleras a la espera del Vaca Muerta Norte para incrementar exportaciones de crudo a Chile

Chile volvió a recibir exportaciones regulares bajo contratos en firme de crudo después de 17 años, a través del recuperado Oleoducto Trasandino (Otasa) que se extiende desde la planta ubicada en la localidad de Puesto Hernández, en Neuquén, hasta la refinería Bio Bio de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) de Chile. Pero ahora, la expectativa está puesta en que los 40.000 barriles diarios que viene registrando se puedan incrementar hasta un 75% en los próximos meses, cuando se concrete la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Norte.

Precisamente la empresa chilena fue la encargada de llevar a cabo los primeros contratos de suministro que comenzaron en mayo con la empresa YPF, a la que luego se sumaron la malaya Petronas, la noruega Equinor, la argentina Vista y la británica Shell, el consorcio que lleva adelante el suministro.

Tras la larga inactividad y la desconfianza que ese quiebre de suministro generó en el vecino país, las compañías ya cumplieron el segundo mes de exportaciones regulares de crudo desde sus áreas productivas en Vaca Muerta, de acuerdo a los reportes de la Secretaría de Energía.

La confirmación de estos primeros meses de regularidad se da más allá de la fecha formal del 4 de agosto que anunció el ministro de Economía Sergio Massa, tras la inauguración del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, como de inicio de exportaciones bajo contratos. De hecho, las empresas confirmaron que ya vienen despachando de manera regular unos 40.000 barriles diarios y en volúmenes de acuerdo a los convenios particulares de cada una con Enap. El impacto se sintió incluso en una merma temporaria que registró el stock de Puerto Rosales, hasta hace poco la única vía exportadora del crudo de la Cuenca Neuquina.

La misma petrolera chilena señaló oportunamente que la ampliación de la cartera de compra de crudo implica a la vez el cambio de sus operaciones para pasar a recibir cerca de un 25% de sus compras de petróleo por oleoducto, lo que asegura le permitirá mayor estabilidad y seguridad a las refinerías Aconcagua y Bío Bío.

Desde mayo, las primeras exportaciones de prueba de TPF por unos 41.000 barriles diarios permitieron cumplir con las pruebas por fases, para inspeccionar y asegurarse que la infraestructura está funcionando en el origen, partes del trayecto y destino final; todo lo cual ha transcurrido con éxito y dio pie al inicio regular.

Una inversión de 250 millones de dólares

Consolidada la regularidad del suministro, el próximo objetivo es la finalización del Oleoducto Vaca Muerta Norte que demanda una inversión de 250 millones de dólares que encara YPF, y que partiendo desde el área La Amarga Chica y el hub de bloques de mayor productividad tendrá una capacidad de transporte de unos 25.000 metros cúbicos por día, es decir más de 155.000 barriles.

El ducto de 24 pulgadas tiene una extensión de 150 kilómetros que se conectará con la cabecera de Otasa en Puesto Hernández, por lo que una vez habilitada se prevé que se podrá incrementar las exportaciones hasta los 70.000 barriles diarios, y ya para 2024 pensar en colmar la capacidad de 110.000 cuando Enap complete las obras de adecuación para la recepción incremental.

La firma de los contratos resultó determinante para la reactivación del oleoducto que atraviesa la cordillera, el cual fue sometido por los socios accionistas a un minucioso proceso de rehabilitación de las instalaciones que no eran utilizadas con regularidad desde que se suspendieron las exportaciones argentinas en 2006, por cuestiones políticas y de caída de producción ya que los envíos no podían cubrir el volumen mínimo que requiere la operación del ducto.

La recuperación de Otasa (denominada OTA-OTC en el país trasandino) también significó la irrupción de YPF en el rol de exportador masivo de crudo, objetivo que puede endilgar la actual gestión de su presidente Pablo González luego de lograr el abastecimiento pleno de sus refinerías, desde las que se sale más de la mitad de los combustibles que demanda el país.

Fuentes del sector estimaron que las exportaciones a Chile durante lo que resta del año pueden superar los US$ 600 millones, con volúmenes crecientes que se irán cubriendo hasta poder alcanzar la capacidad máxima de 110.000 barriles.

Como referencia, en todo 2022, desde la Cuenca Neuquina se exportaron casi US$ 2.100 millones en petróleo, ventas que se canalizaron a través del Oleoducto del Valle y el puerto de Coronel Rosales, encabezadas por Vista con 5,4 millones de barriles; la Compañía de Hidrocarburos No Convencional (CHNC) sociedad de YPF y Chevron con poco más de 4,5 millones de barriles; y Shell Argentina con 3,8 millones de barriles.

A ellas se sumaron como exportadoras regulares las empresas Petronas EyP, Pan American Energy, Tecpetrol, ExxonMobil Exploration, Pluspetrol, Pampa Energía y Total Austral.